Lo primero que debemos saber, son las diferentes características que posee cada dispositivo.

El router 

Es esa cajita maravillosa que convierte nuestra conexión de fibra en horas y horas de internet. Los routers se utilizan en su mayoría, cuando se quiere adquirir servicios WAN o cuando se quiere interconectar varias LAN entre sí, aunque también se puede utilizar para enrutar entre enlaces troncales, para brindar directivas de seguridad, etc.

El Switch 

En este caso el switch, también ofrece muchas prestaciones, como ancho de banda dedicado para cada usuario y algunas políticas de seguridad, pero lo más importante es que te divide tu red en pequeños dominios de colisión.

En resumen, no hemos dicho que no puedes usar sólo tu router para tu red local o tu pequeña red hogareña. Pero si lo que quieres es velocidad de transferencia de datos mejor es hacerte con un switch que trabaje como mínimo a 100 mbps o a 1000 mbps. En el mercado existen una gran variedad de nuevos switch y con un consumo energético bajo.

Así que ya sabes, cuando tengas una conexión de 300 mbps de internet, no quiere decir que necesariamente puedas transferir archivos de grandes tamaños entre los ordenadores de tu red local para lograr un ancho de banda, para esto, necesitamos un switch.

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